La Universidad Nacional de San Martín avanza en un proyecto para testear si los agentes activos de un recubrimiento antimicrobiano permite fabricar materiales con estas propiedades.
La Universidad Nacional de San Martín (UNSaM) comunicó que avanza en un proyecto, basado en nanotecnología, para validar una fórmula antimicrobiana con efecto residual “y para desarrollar actividades que les permita evaluar el efecto de la incorporación de nanoestructuras antimicrobianas en polímeros”. Además, se prevé crear un nuevo espacio de investigación en el Campus de la universidad.
El anuncio se dio luego de ser confirmado un subsidio del Ministerio de Desarrollo Productivo, a cargo de Matías Kulfas, en el marco de la convocatoria del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP), que asiste financieramente a proyectos relacionados con la actual emergencia epidemiolo?gica.
Así, el área de vinculación tecnológica del Instituto de Nanosistemas (INS) obtuvo un subsidio de 10 millones de pesos para llevar a cabo la “validación de un producto antimicrobiano con efecto residual y para desarrollar actividades que les permita evaluar el efecto de la incorporación de nanoestructuras antimicrobianas en polímeros”.
El proyecto está liderado por la Mg. Mara Alderete y el Dr. Galo Soler Illia del INS, y tiene como objetivo principal reducir la propagación de infecciones a través del contacto con superficies contaminadas con el SARS-Cov2; y así paliar una de las potenciales vías de contagio que reporta la Organización Mundial de la Salud.
“La asistencia financiera del FONDEP ayudará a finalizar la validación del recubrimiento antimicrobiano de acción prolongada, que fue desarrollado por Hybridon, una empresa de base tecnológica nacida gracias al patrocinio de UNSAM, CONICET y la empresa ADOX, en colaboración con la UBA y la CNEA”, explicaron desde la UNSaM.
Si bien el producto fue diseñado para evitar las infecciones intrahospitalarias, ante la pandemia, el equipo de investigación amplió las posibilidades de su aplicación y hoy busca evaluar la duración de su efecto en sitios de alta circulación de personas como, por ejemplo, los establecimientos educativos o el transporte público.
Por su formulación, que evita la proliferación de microorganismos en las superficies tratadas, permitirá reducir la frecuencia de los procesos de limpieza.
Una de las responsables del proyecto, Mara Alderete, biotecnóloga y responsable del área de proyectos tecnológicos y vinculación del INS, detalló que “en las pruebas in vitro, el producto demostró una efectividad de un 99,999% frente a diversos géneros bacterianos cuando se lo evaluó en un tiempo de contacto de 24 horas. También fue validado su efecto antifúngico, y demostró que es capaz de evitar el desarrollo de hongos por un tiempo de por lo menos 144 horas. La última validación in vitro fue la actividad antiviral, en la que se pudo constatar que el producto funciona muy bien y es capaz de eliminar virus del tipo coronavirus. La capacidad antiviral indica que es capaz de reducir la carga viral en 4 unidades logarítmicas”.
Por su parte, el Doctor Galo Soler Illia aseguró que “ya tenemos varios requerimientos de empresas y entidades que quieren adoptar estas tecnologías, y que nos impulsan a avanzar rápidamente. Estamos muy orgullosos de que el Ministerio de Desarrollo Productivo haya decidido apoyar a este proyecto, que aplica soluciones nanotecnológicas, va a generar trabajo calificado y productos de alto valor agregado desde nuestro país”.
Materiales plásticos antimicrobianos
Desde la UNSAM aseguraron que del proyecto se desprende una segunda etapa en la que trasladarán la aplicación de los materiales antimicrobianos a polímeros, con el fin de utilizarlos en la producción de materiales plásticos antimicrobianos.
Al respecto, la tecnóloga explicó al equipo de prensa de la UNSaM que “vamos a evaluar la acción auto-desinfectante en materiales híbridos conformados por una parte orgánica (los polímeros) y por otra parte inorgánica (las partículas cargadas con antimicrobianos). Si funciona, estaremos dando un paso enorme para la fabricación de materiales plásticos que eviten la propagación de microorganismos como virus, bacterias y hongos”.
Testimonios tomados de la nota publicada por la UNSaM.
Autora: Virginia Zubieta/ Fotos: Pablo Carrera Oser.